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Me gustaría compartir con mis amigos cristianos algunos pensamientos que han venido a mi corazón. Vivimos en tiempos difíciles, pero podemos afirmar que la armonía cristiana permanece siendo un (1) hecho establecido y un (2) objetivo esencial.
Primero, la unidad y la armonía son hechos establecidos debido a la obra de Jesucristo. Él oró para que sus seguidores fuesen uno (Juan 17:11, 21, 22); y podemos decir que su oración ya ha sido respondida, pues ahora, en la Iglesia, cada creyente tiene la misma dignidad a los ojos de Dios. La condición económica, el género, la posición social y las diferencias étnicas han sido derribadas (Gálatas 3:28; Efesios 2:11-19; Colosenses 3:11).
Esto no significa que la identidad personal (en mi caso, soy un hombre blanco americano) desaparece. En la unidad cristiana, nuestra individualidad aún continúa y, al parecer, incluso será identificable en el cielo (Apocalipsis 5:9, 7:9). Lo que sí significa es que ser un hombre blanco americano o una hombre negro nigeriano o un hombre asiático filipino no confiere ni quita ningún tipo de estatus cuando nos reunimos como cristianos. Desde el punto de vista de Dios, la Iglesia global es el tapiz entretejido más bello en el mundo entero.
Pero... un momento—¡hay más! La armonía cristiana TAMBIÉN es un objetivo esencial. Efesios 4:3 manda que los cristianos vivan como es digno de su vocación, "solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz". La palabra "solícitos" está llena de actividad. Implica intención, energía, trabajo, diligencia, serio cuidado, entusiasmo, rapidez. Algunas traducciones bíblicas dicen: ¡"Hagan todo lo posible"! ¿Te acuerdas cuando eras niño y corrías desenfrenadamente para cruzar la calle cuando veías a un amigo? Es justamente como eso.
Sin embargo, ¿es ese el tipo de esfuerzo e intención que mostramos cuando se trata de manifestar la unidad del Espíritu? Y es más, Efesios 4 nos dice que debe hacerse con mansedumbre y humildad, soportándose los unos a los otros en amor. ¿Estamos dispuestos a correr rápida y desenfrenadamente a tomar el lugar de la humildad y la paz para disfrutar la armonía cristiana práctica?
Por cierto, si en estos momentos piensas en cristianos que lucen diferentes a ti, y te dices a ti mismo: «Sí, tal o cual debiese practicar más esto»—si estás pensando justamente eso, entonces significa que este mensaje es para ti, no para ellos. Es un mensaje para mí, no para los demás.
Así que sientes la necesidad de estar en desacuerdo con otro creyente, está bien, hay lugar para eso. Pero debes y DEBO, en el mismo momento que eso sucede, hacer todo el esfuerzo posible para manifestar que te preocupas de las relaciones y la unidad. Esa es la única actitud que honra el amoroso y digno nombre de Jesucristo, aquel nombre que es invocado sobre nosotros, pues somos llamados "cristianos":