Mucho ruido y pocas nueces: cuando falta el amor
- Stefan Ulrich
- 26 nov 2024
- 4 Min. de lectura
Traducción bíblica utilizada: NBLA

1 Corintios 13 es un capítulo excepcional. ¿Por qué? Porque gira completamente en torno al amor –no el afecto natural y humano, sino el amor divino (en griego, ágape). Su ubicación entre los capítulos 12 y 14 es estratégica: el capítulo 12 trata acerca de los diversos dones espirituales, exponiendo que cada creyente ha recibido un don y una tarea en el cuerpo de Cristo. El capítulo 14 explica cómo estos dones deben ejercerse para edificar a los creyentes. En medio de ellos, el capítulo 13 revela que el amor debe ser el motivo fundamental para el ejercicio de cada don. Por lo tanto, ¡1 Corintios 13 nos incumbe a todos! Un servicio es verdaderamente útil y edificante solamente cuando se realizar por amor. El amor es como el ‘aceite’ que permite que las partes individuales de una máquina (los dones del capítulo 12) trabajen juntas de manera armoniosa y eficaz (capítulo 14).
A los corintios no les faltaban dones espirituales (1 Co. 1:7), sino la actitud correcta (1 Co. 1:10; 3:1-4; 4:6; 5:2, etc.). Principalmente, carecían de amor verdadero entre ellos. Por eso, Pablo les presenta en este capítulo:
el significado y la necesidad del amor (vv. 1-3),
sus características (vv. 4-7) y
su permanencia (vv. 8-13).
El significado y la necesidad del amor
Para ilustrar la importancia del amor, Pablo destaca tres aspectos muy valorados por los corintios: la elocuencia, el conocimiento espiritual y la gran devoción. Aunque estas son cualidades positivas, Pablo enfatiza que incluso los dones más extraordinarios resultan inútiles si se ejercen sin amor. En ausencia de este, todas las palabras y acciones de los corintios se reducían a «mucho ruido y pocas nueces».
Las características del amor
En los versículos 4 a 7, Pablo delinea las cualidades del amor. Al leer esta descripción, inevitablemente pensamos en el Señor Jesús. De hecho, podríamos sustituir la palabra "amor" en estos versículos por "Cristo". En su vida, el amor divino se manifestó en su máxima expresión. Reconocemos que solo podemos exhibir estas características cuando Cristo vive en nosotros (véase Gá. 2:20).
La tabla a continuación presenta las características del amor, acompañadas de breves comentarios y referencias al ejemplo del Señor Jesús. Su propósito es fomentar una exploración más profunda.
La permanencia del amor
En la última sección del capítulo, Pablo presenta otra ‘cualidad’ del amor: nunca perece, es eterno.
Es por esto que el amor es verdaderamente el "camino más excelente" (1 Co. 12:31) para la vida y el servicio del creyente. Dones como las profecías y el conocimiento cesarán cuando estemos con el Señor Jesús en el cielo ("cuando venga lo perfecto", v. 10). En cambio, el amor divino permanecerá, ya que es la naturaleza de Dios. En el cielo lo disfrutaremos perfecta y eternamente –e incluso desde ya debe ser la motivación de cada servicio que realicemos. Mirar al Señor Jesús nos ayuda a vivir de esta manera, pues en su vida él manifestó perfectamente el amor de Dios.
[1] Obviamente, el Señor Jesús siempre supo todo de antemano.
Artículo original en alemán: Viel Lärm um nichts: Wenn die Liebe fehlt | Folge mir nach - Zeitschrift für junge Christen
.png)








Comentarios