top of page
GRANOS DE VIDA (1).png

El coronavirus y los cristianos: Atento, mira a tu alrededor y mira hacia arriba. (Parte 8 y final)


~ 8 ~ Ver la presencia en medio del sufrimiento


Desde mediados de Marzo a la fecha, los casos confirmados de coronavirus en el mundo han aumentado de los 180.000 a los 740.000. Hasta la publicación de este artículo, 30 de marzo, hay 35.000 muertes confirmadas, lo cual es mucho más que el doble durante el mismo periodo mencionado antes. Además, detrás de cada cifra y estadística hay una persona que sufre y el dolor de una familia.


¿Dónde está Dios en todo esto? ¿Acaso quiere ayudar, pero no sabe cómo hacerlo? Si es así, entonces Él sería débil. ¿O puede ayudar, pero realmente no le importa lo que sucede? En ese caso, sería un Dios cruel. Y si puede y quiere, ¿por qué hay sufrimiento? Este es uno de los temas más desafiantes dentro de toda la filosofía y la religión. Toda la gente de fe debe estar dispuesta a tratar este tema con honestidad, integridad y compasión.


La perspectiva de la Biblia es cohesiva y relevante, y es importante que, tanto cristianos como incrédulos, la tengan en consideración. Luego de que el pecado entró al mundo a causa del hombre, este desencadenó (entre otras cosas) sufrimientos de todo tipo. La Biblia dice que este "misterio de la iniquidad" (2 Tesalonicenses 2:7) continúa obrando, esparciéndose como levadura y empeorando con cada generación. Este es el porqué del comportamiento corrupto, y también el de las enfermedades y la muerte.


Por lo tanto, las enfermedades, los accidentes y los desastres naturales son, principalmente, consecuencias de un mundo caído. Dios, quien todo lo sabe, nunca es tomado por sorpresa cuando este tipo de cosas ocurren. Si bien el sufrimiento no era parte de su diseño original, Él puede usarlo para hablarnos. En cierta ocasión, Jesús hizo mención a una torre se derrumbó y mató a 18 personas (Lucas 13:4-5). Él dijo que quienes murieron no eran más pecadores que otras personas, pero además dijo que las tragedias deben recordarnos que debemos estar a cuentas con Dios.


La Biblia describe algunas plagas y desastres como una forma que Dios utiliza, por así decirlo, para enviar mensajes y llamar nuestra atención. Cuando nos enfermamos, podríamos preguntarnos si Dios tiene algo que decirnos, pero no tenemos derecho de decirles a otros que Dios hizo que se enfermaran porque se lo merecían. Por el contrario, nunca debemos concluir que el sufrimiento es debido a que Dios está ausente.


Las personas que no aceptan la cosmovisión cristiana acerca del sufrimiento, tienen que abordar el tema de igual forma. ¿Es más satisfactorio decir: «tu sufrimiento no tiene sentido»? ¿Ayuda decir: «tan solo ignóralo»? Pero, en contraste, todo tiene sentido cuando nos damos cuenta de que Dios mismo puede redimir nuestro sufrimiento y, a través de este, formar en nosotros algo de un valor perdurable.


La hermosa verdad del cristianismo es esta: Dios ha entrado en nuestro sufrimiento en la bendita Persona de Jesucristo. Él ha experimentado los profundos dolores de la humanidad, y se preocupa profundamente por aquellos que sufren. Él incluso sufrió la muerte misma para poder remover la barrera del pecado y traernos devuelta a Dios. El Salvador, quien lloró en la tumba de su mejor amigo, un día secará cada lágrima de los ojos de quienes confían en Él. Hasta entonces, con o sin coronavirus, Su presencia es tan segura como el mismísimo amanecer.

134 visualizaciones
bottom of page