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CONSEJOS A LOS JOVENES CREYENTES

J.N.Darby

Damos aquí, traducido del inglés, un compendio del inglés de “El llamado a los jóvenes convertidos” publicado por el Mensajero Evangélico en 1925 Pág. 6. Este llamado era a si mismo una traducción de un escrito de JND que data alrededor de 1860. Nuestros lectores tendrán interés en conocerlo.

 

Respondemos así a la pregunta de uno de nuestros hermanos, que acompaña las consideraciones siguientes: «Estos Consejos nos parecen mas acertados que nunca en la actualidad. Por un lado sucede que con el impulso y el gozo del primer amor, jóvenes creyentes son tentados a introducirse en las actividades que les aparecen como siendo el servicio del Señor. Despliegan mucho celo, pero olvidan a veces cuales son los caracteres de un servicio fiel, y corren el riesgo de ser arrastrados fuera del camino». «Por otro lado, pueden dejarse engañar por un entorpecimiento peligroso; su vida se enfría poco a poco, y caen en hábitos “religiosos”. La conciencia ya no está ejercitada y el corazón ya no está comprometido para Cristo en el seno de su testimonio». «Puesto que la lectura de estos Consejos es una bendición a todos los jóvenes creyentes, y a los que, son de mas edad, que puedan ser negligentes con su comunión con Cristo, y se encuentren dormitando».

 

Ph.R.

 

 

Acercaos al Señor de todo vuestro corazón. Depended de Él. El poder está en Cristo, en Cristo se encuentra todo lo que es necesario, para hacer o ser lo que Él desea. Un largo período de gozo es concedido a algunos al principio de la vida cristiana. Pero Dios conoce nuestros corazones y sabe con que rapidez comenzamos a apoyarnos sobre nuestro gozo y no sobre Cristo. ÉL es nuestro objeto, no el gozo. El pecado no pesa mas sobre vosotros, pero la carne esta en vosotros, pero la carne esta en vosotros y estará en vosotros hasta el fin. Si no velan, la vieja naturaleza producirá sus brotes, los cuales deben ser cortados. Esta vieja naturaleza no puede producir ningún fruto, es la nueva naturaleza la que produce fruto para Dios. Pero aunque la carne esté en vosotros, no penséis sino en Cristo. A medida que se desarrollan en este conocimiento, un gozo vendrá, mas profundo que el de la conversión.

 

Hace treinta a cuarenta años que conocí a Cristo, y puedo verdaderamente decir que tengo diez mil veces mas gozo en ÉL ahora que en el principio. Es un gozo mas profundo, mas quieto, y que permanece en todas las circunstancias. Acercaos a Cristo de todo vuestro corazón. Un corazón distraído es el veneno del cristiano. Cuando estamos ocupados de alguna cosa que no es Cristo, estamos lejos del manantial de la fuerza. Cuando mi alma está llena de Cristo, no tengo el corazón, ni la vista de las insignificancias de este mundo. Si Cristo permanece en vuestros corazones por la fe, no tendréis mas la pregunta « ¿Hago esto para Cristo? » « ¿Cristo me acompañara en esto? ».

 

No dejen que el mundo entre para distraer sus pensamientos. Les hablo especialmente a vosotros jóvenes. Los que son de más edad han hecho la experiencia del mundo y saben mejor lo que vale; pero ante vosotros despliega su brillantez, esforzándose en atraerlos. Sus sonrisas son engañosas, sin embargo sonríe. Hace promesas que no puede cumplir; y por lo tanto solamente prometen. Vuestros corazones son demasiado grandes para este mundo, el no puede llenarlos. Son demasiado pequeños para Cristo, Aquel que llena el cielo, desea llenarlos hasta hacerlos desbordar.

 

Permaneced cerca del Señor de todo vuestro corazón, Él sabe como el corazón es traicionero y con que rapidez coloca alguna cosa en Su lugar. Tenéis que conocer lo que realmente hay en vuestros propios corazones. Permaneced en Dios y aprended con Él y con su gracia; sino aprenderán del diablo, en el dolor y la amargura, siendo vencidos por sus tentaciones.

 

Más Dios es fiel. Si se han alejado de Él y otras cosas han llegado a formar una «costra» para eliminarla. Recuerden que Cristo los ha comprado con su propia sangre para que sean de Él y no del mundo. No dejen que Satanás se interponga entre vosotros y la gracia de Dios. Cualquiera negligencia que vosotros hayáis tenido, si lejos de Dios os habéis ido, contad con Su amor: Su gozo es verlos volver. Estando en pecado es horroroso, pero no hieran a Dios dudando de Su amor. No dudéis de Su obra, no dudéis de Su amor. El os ama y os amará hasta el fin. Hablad siempre con Jesús. No estéis satisfechos, antes ser capaces de hablar y marchar con Cristo como con un amigo muy querido. No os contentéis con todo aquello que no fuera sino la comunión íntima de vuestra alma con Aquel que os ha amado y lavado de vuestros pecados con Su propia sangre

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