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El coronavirus y los cristianos: Atento, mira a tu alrededor y mira hacia arriba. (Parte 6)


~ 6 ~ Encontrar el camino de la sabiduría


A veces oímos a las personas decir: «Estas son aguas desconocidas». De hecho, es una expresión común, ¡pero imagínate como sería si estuvieras navegando literalmente en aguas desconocidas! En tal circunstancia, no tendrías ningún mapa que te guíe, no habría ningún registro anterior que te advierta de posibles arrecifes ocultos o diversos peligros. Tendrías que confiar, sencilla pero atentamente, en tu conocimiento marítimo para poder guiar tu embarcación.

Vivir siendo guiados por la sabiduría es lo mismo. En general, la vida necesita de la sabiduría, pues nunca vivimos el mismo día dos veces. Sin embargo, los tiempos en los que vivimos son completamente desconocidos, y en consecuencia, la sabiduría es lo único que poseemos como una guía en medio de estas circunstancias. Médicos expertos, oficiales de gobierno y familias en general, todos deben buscar el camino de la sabiduría mientras navegamos por lo desconocido.

Además de la sabiduría en las cosas naturales como la medicina y la educación, la Biblia nos enseña que la sabiduría celestial es completamente necesaria para la navegación del cristiano. Santiago 3:17 nos describe las características que posee "la sabiduría que es de lo alto". Este versículo puede ayudarnos a identificar algunas perspectivas bíblicas acerca de qué es el camino de la sabiduría.

1.- Es bueno ser prudentes, aunque esto no significa que seamos ansiosos. Santiago dice que la sabiduría que es de lo alto es pura. Esta hace lo que es correcto y no tiene dobles intenciones. Ya que nuestros cuerpos pertenecen a Dios, deberíamos preocuparnos por ellos y seguir las mejores prácticas de salud que podamos. Ser precavidos y respetar las instrucciones médicas y gubernamentales no implica una falta de fe. Sin embargo, si manifestamos una ansiedad obsesiva, esto evitará que podamos expresar el gozo de Dios; y en tiempos desalentadores como estos, el gozo del Señor es nuestra fuerza (Nehemias 8:10).

2.- Debemos ser pacientes, pero no perezosos. La sabiduría de lo alto es apacible y gentil. Cuando nuestras actividades cotidianas se ven interrumpidas, necesitamos tener paciencia, calma y fortaleza. De hecho, los tiempos de espera son pruebas a nuestra dependencia del Señor. ¿Acaso vamos a correr por delante de su voluntad? Por otro lado, ¡tampoco hay tiempo para quedarnos sentados sin hacer nada! Hay personas a la cual llamar, mensajes que enviar, videochats que crear, vecinos por los cuales preocuparse y, sobre todo, oraciones que elevar ante el trono de la gracia. Los planes de Dios siempre se mueven hacia adelante.

3.- Seamos misericordiosos y no demandantes. La sabiduría celestial recibe de buena manera los intercambios de ideas y está llena de misericordia. Los tiempos de incertidumbre hacen que las personas lleguen a diferentes conclusiones, y debemos manifestar compasión los unos a los otros cuando estamos en desacuerdo. En especial, esto debe expresarse con claridad en la familia cristiana. En situaciones inusuales, ¿qué haremos en nuestras reuniones cristianas cuando hay otros creyentes fieles que tratan de honrar al Señor de forma distinta? Una actitud misericordiosa le da valor a todas las cosas que sea hacen con fidelidad de corazón.

El capítulo 28 del libro de Job describe de manera hermosa el valor y la singularidad de la sabiduría. Allí leemos que las personas pueden hallar oro y piedras preciosas, pero ¿dónde pueden hallar la sabiduría? Incluso las aves del cielo y los leones no pueden trazar su camino. Pero, ¡ah!, hay una respuesta: "Dios entiende el camino de ella, y conoce su lugar." (v. 23). En tiempos de confusión, debemos buscar la sabiduría buscando primeramente al Señor.

 

Sigue atento a las nuevas publicaciones referentes a esta serie llamada «El coronavirus y los cristianos».

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