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El coronavirus y los cristianos: Atento, mira a tu alrededor y mira hacia arriba. (Parte 5)


~ 5 ~ Encontrando respuestas al miedo


En cierta ocasión, una mujer discutía con un pastor y le decía: «¡No me diga que preocuparse no es bueno!». «De hecho, me preocupo por muchas cosas, ¡y resulta que la mayoría nunca llegan a suceder!» Puede que soltemos una pequeña carcajada al leer la inusual conclusión de la mujer, pero sabemos que a menudo nos encontramos en la misma posición que ella. Así como vimos en la última reflexión, la pregunta para los cristianos es esta: Si tenemos miedos, ¿qué hacemos con ellos?

Podemos estar seguros de que Dios quiere abordar nuestros miedos. Desde Génesis hasta el Apocalipsis, los diversos personajes bíblicos, en cualquier tipo de situación, oyeron a Dios decir: "No temas". Después de reconocer nuestros miedos, deberíamos recibir los antídotos que Dios nos proporciona para ello, y obtener respuestas ante el miedo. Aquí hay 4 sugerencias que puedo darles:

— Fe. Los discípulos de Jesús se enfrentaron a un grave peligro durante una tormenta en el mar, y se preguntaban si Él realmente estaba preocupado por ellos. El Señor calmó la tormenta que los rodeaba, y también apaciguó la que tempestad que había en el corazón de ellos: "¿Por qué estáis así amedrentados? ¿Cómo no tenéis fe?" (Marcos 4:40). La fe en el Señor puede eliminar nuestros miedos, pues esta nos enseña que Dios conoce nuestros miedos, que Él se preocupa por nosotros, que nunca es tomado por sorpresa, y que siempre puede hacer algo al respecto.

— Amor. "En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor" (1 Juan 4:17). Este pasaje enfatiza el amor de Dios por los suyos, así como el amor que deberíamos demostrarnos los unos a los otros. ¡Regocíjate en el amor de Dios por ti! Considera cuán dispuesto ha estado Él en salvarte y preservarte. Y luego muestra ponte por objetivo el manifestar amor, porque el amor incondicional puede sobreponerse al miedo y la ansiedad.

— Paz. En Juan 20, los discípulos del Señor estaban reunidos en una casa, encerrados por miedo a lo que había y sucedía en el exterior (¿les suena familiar?). Mientras estaban ahí reunidos, ¡el Señor Jesús se puso en medio de ellos, pues Él había resucitado! Sus primeras palabras fueron: "Paz a vosotros". Él no quitó aquello que les provocaba miedo, sino que los bendijo con el fin de darles tranquilidad. El Dios de la Biblia es el Dios de paz. "Si él diere reposo, ¿quién inquietará?" (Job 34:29).

— Gozo. Cuando Jesús nació en Belén, un ángel se les presentó a unos pastores que se encontraban guardando su rebaño, y esto les causó mucho miedo, pero el ángel les dijo: "No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo" (Lucas 2:10). ¡Él fue a decirles que el Salvador había nacido! No hay un motivo de gozo más grande que la venida de Dios a la tierra para hacer frente a nuestra mayor necesidad; y ese gozo tan inmenso puede ser más grande que nuestros miedos.

Algunos dicen que la expresión “no temáis” aparece 365 veces en la Biblia. Eso sería algo muy lindo — un no temáis para cada día del año — pero durante mis estudios no he podido corroborar tal aseveración. Sin embargo, y esto sí lo he corroborado, 100 veces, al menos, Dios dice: "No temáis" (Hay algunos otros, pero no más que 200; y algunos incluso provenían de gente malvada que estaba fingiendo o burlándose).

¡No te entristezcas por lo que acabo de mencionar! Si bien no hay 365 "no temáis" en la Biblia, ella nos enseña muchas otras formas de responder a nuestros miedos; e incluso un solo "no temáis" puede ser suficiente para alentarte por mucho tiempo si confías en el Dios que lo dijo.

 

Sigue atento a las nuevas publicaciones referentes a esta serie llamada «El coronavirus y los cristianos».

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